El Comienzo
En el borde del abismo debo decidir si salto.
Los temores me atan al suelo como una enredadera que nace en el centro de la Tierra.
Intento despegar los pies del piso.
Hago fuerza y más fuerza y la unión se resiste.
Finalmente puedo. Ya no me ata nada.
Ahora puedo lanzarme.
Y no lo hago.
Giuliana, viernes seis de marzo de dos mil nueve.
Intento despegar los pies del piso.
Hago fuerza y más fuerza y la unión se resiste.
Finalmente puedo. Ya no me ata nada.
Ahora puedo lanzarme.
Y no lo hago.
Giuliana, viernes seis de marzo de dos mil nueve.
Borde.
Al borde del abismo, ya lo dije, debo decidir si salto...
pero que horroroso es estar al borde...
mas preferiría estar cayendo, o kilómetros antes de la linea.
Giuliana, diez de junio de dos mil nueve.
Estar cayendo no era como creía, una caída libre y continua. Estar cayendo es ir golpeándose contra todas y cada una de las salientes de piedra, enredándose en todas y casa una de las raíces, cortándose con cada objeto que se cruza, mientras seguís cayendo y la luz se olvida de llegar a vos, ya no ves, cada golpe te toma por sorpresa y te duele más que los anteriores. Te olvidás de los colores, del sol, del calor. Te olvidás. Y caés.
Giu, dieciocho de enero de dos mil diez.
1 comentario:
Basta chun, elegí, desafiá
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