de cabeza y de espaldas.
Te veo durmiendo,
comiendo y besando.
Te veo en sueños,
en realidad y también te imagino.
Te veo hermoso,
perfecto y delicado.
Te veo atemporal,
niño y anciano.
Te veo, sólo te veo a vos.
Giu, treinta de septiembre de dos mil nueve.
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