Cicatrices que va dejando el paso del tiempo.
El paso del tiempo acompañado por todo.
Por amores y desamores.
Por amigos y enemigos.
Por caminos andados e inexplorados.
Marcas como las de un cuchillo, un látigo o un golpe.
Marcas como las de un beso, una caricia, un abrazo.
Marcas que escriben, marcas que dibujan.
Y un cuerpo escrito, tatuado, es un cuerpo vivo.
Giuliana, dieciseis de abril de dos mil nueve.
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