La ceniza cae. El humo se pierde.
La simpleza del tiempo quiebra el alma.
El Amanecer. Los colores también se caen.
La Luna es capaz de bailar en el aire.
Y Dios se olvida. Dios también se cae.
Tus ojos tienen destino de alegría.
El Universo... donde las estrellas caen.
Sospecho que en tus labios baila l alegría...
Las burbujas caen dentro del vaso... Y cae la noche.
En el jardín de mis sueños la flor que elegí;
y todo cae, como hojas del otoño.
Besarte no se puede explicar...
Y los besos también se caen.
Como nada.
Y se pierden.
Rodrigo y Giuliana, septiembre de dos mil ocho.
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