a Santi Herrera
Y por un simple desperfecto técnico se abre frente a mis ojos un mundo nuevo.
Al dejar de incandescer los hilos se transmuta lo que veíamos.
Y el reino de las posibilidades cobra sentido. Y ya no nos guía la Luz.
Es la Obscuridad la que a mi alrededor danza y la que me invita a ser yo.
Porque no pertenezco al día, al color, al Sol.
Porque aunque el astro me acaricie con sus extensos dedos y yo disfrute ese contacto no puedo entenderlo.
La Obscuridad es mi compañera y su mundo mi reino.
Me siento junto a ella horas completas, compartimos la mirada sin vernos.
Tan absoluta es que siquiera nos oímos, pero no me resulta necesario: Estar con Ella es estar conmigo.
Giuliana, noviembre de dos mil ocho.
1 comentario:
"Poco sé de la noche
pero la noche parece saber de mí,
y más aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la conciencia con sus estrellas.
Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte.
Tal vez la noche es nada
y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.
Pero la noche ha de conocer la miseria
que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.
Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su lágrima inmensa delira
y grita que algo se fue para siempre.
Alguna vez volveremos a ser."
Alejandra Pizarnik
Las criaturas de la noche estamos destinadas a desencontrarnos, pero al menos deberíamos de sabernos mutuamente.
Gracias por hacerme acordar a Alejandra... es el amor de mi vida, ¿sabías?
Publicar un comentario